miércoles, 11 de abril de 2012

Mi Banda

Hace unos días estaba viviendo la Semana Santa 2012 con mi Banda de Música, pero como todo en la vida, se acabó. Se le puso punto y final a la que hasta ahora ha sido mi quinta y mejor semana santa que hasta ahora no había vivido. Los motivos por los que para mí ha sido la mejor, si la has vivido conmigo, creo que están claros, no hemos sido solo músicos y compañeros, hemos sido músicos, compañeros y algo fundamental, AMIGOS, lo que en las cuatro semanas santas restantes que he vivido con la banda no había sentido.

Mi corta pero intensa andadura por la banda hasta ahora ha estado llena de cambios, eso sí, cambios que han tenido un final feliz. Nada ni nadie ha podido con la ilusión y el empeño de un director, ni de sus músicos. Músicos que han entrado y que han salido, pero que forman parte del historial de músicos de la Banda de Música “Ciudad de Porcuna”. He visto como algunos músicos se han ido desilusionados, y luego han vuelto con una ilusión aún mayor que cuando entraron a formar parte de esta gran familia por primera vez, quien no ha vuelto y me encantaría que volviera, y quien nunca volverá. Y ahora estamos viendo como niños entran y viven la banda con la mayor de las ilusiones dejando una gran huella a pesar de su corta edad pero de gran corazón.

Tenemos un director que como todo director de una banda de música y como toda persona tiene sus virtudes y sus defectos, se equivoca y acierta al igual que todos, lo que si le distingue del resto es que durante los años que lleva al cargo de la dirección de la banda ha estado luchando por ella, y que los buenos y malos momentos por los que ha pasado la banda ha sido con él como director.

Tenemos una asociación que no solo mira por la banda musical y económicamente hablando, sino también por la unión y la amistad que existen entre los músicos que la formamos, y eso se agradece y mucho.

Mi actitud en la banda se puede decir que pasó por una etapa en la que pude llegar a hacerle daño a mi propia banda, de lo que me arrepiento y pido perdón, pero que con el paso del tiempo esa actitud la he ido corrigiendo yo solo, sin la ayuda ni la opinión de nadie, algo de lo que me alegro ya que hoy en día es positiva, optimista, y con mucha ilusión.

Llevo unos meses fuera de Porcuna, y ha sido cuando verdaderamente la he valorado como se merece, ahora es algo que me ata a mi pueblo, y algo de lo que ojala pueda disfrutar en el mayor número de ocasiones y años posibles.

Esta Semana Santa la hemos disfrutado como la que más, al menos yo. He reído, me he mojado, he tocado como mejor se, he conocido a los nuevo “musiquitos”, y lo más importante, he disfrutado haciendo música. Esta claro que no he podido compartir con los 70 músicos los que son para mi los mejores momentos, pero también tengo claro que quien los ha vivido conmigo lo sabe y me tendrá presente, por eso no es necesario que nombre a nadie.

Gracias Paco, compañeros y amigos por estos cinco años, y en especial por esta Semana Santa 2012.


lunes, 6 de febrero de 2012

Personas


Dentro de nuestra vida encontramos todo tipo de personas. Mis favoritas son las que solo con mirarlas a mí mismo se me dibuja una sonrisa en la cara.

Existen personas que llenan nuestro corazón de felicidad, y que cuando lo sientes vacío están ahí para recordarte que te equivocas que ellas existen y están contigo.

Otro tipo son las que tiene el mismo uso que los pañuelos, los utilizas y los tiras, o al contrario te utilizan y te tiran, se utilizan por conveniencia pero nunca esta de más tenerlas en nuestra vida.

Hay personas que las ves periódicamente y siempre te quedas mirándolas pensando en lo que te gustaría conocer a esa persona, hacerte su mejor amigo, o tenerla como una persona conocida por lo menos.

Y las peores, son las que por suerte nunca entraron en tu vida y no te hicieron ningún destrozo, o que por desgracia entraron siendo buenas personas y salieron siendo animales.

Todos somos un tipo de persona para cada persona.

¿Qué tipo de persona soy para ti?

Tú sabrás.

domingo, 5 de febrero de 2012

Sábados y Domingos

Hoy es el día de la semana que de pequeño siempre tuve como favorito junto al sábado.


Los sábados me encantaba que cuando iba entrando la noche mi madre me dijera que me arreglara, desde siempre he tenido mi ropa favorita, y aunque mi madre me preparaba la ropa si esa camiseta que había encima de la cama no estaba dentro de mis favoritas tenía que decirme otra ropa si o si. No había sábado que no saliéramos, y cuando ya estábamos, como se dice en Porcuna, “por ahí arriba” nos juntábamos con todos sus amigos y sus hijos, mis amigos, formábamos una pandilla de diez chiquillos y chiquillas más o menos, que nos pasábamos la noche dando viajes a la casetica azul de la Antonia a comprar chuches, que por cierto a mi me daba una vergüenza para morirme y siempre me las compraba alguien. También nos peleábamos y siempre salía alguno llorando, sino era yo, raro era, jugábamos al escondite y a mil juegos más que se nos ocurrieran.


Los domingos nos poníamos el chándal y nos íbamos a Cayo Coco, a mi chalé, allí hemos jugado a todos los juegos posibles, nos hemos caído miles de veces, nos hemos peleado mas veces todavía, pero lo que reíamos esos domingos no tiene nombre. Hemos roto todo lo que teníamos entre manos, no había domingo que no nos regañaran por algo malo que habíamos hecho. Lo mejor sin duda el día que nos colamos en el chalé del vecino, nos pillaron, mi chancla se quedo a medio camino, el vecino llegó a mi chalet dando con una marra en la puerta y tupió a nuestras madres mientras todos lo poníamos verde. ¿A quién pusieron calentito cuando llegó a su casa? A mi hermana y a mí.

Ahora los sábados los paso viendo la televisión o pasando frío en un botellón y los domingos limpiando mi piso, levantándome tarde y con depresión.

¿Qué daría por volver a esos sábados y a esos domingos?

No lo se, pero me encantaría poder disfrutar de esos días una vez más.

sábado, 4 de febrero de 2012

Principio


Cuando algo se empieza, siempre se hace con ilusión, con entusiasmo, pero el principio de este blog me es indiferente, lo hago por probar, porque algunas veces me entran unas ganas locas de escribir todo lo que se me pasa por la cabeza y que eso quede guardado y plasmado para que cuando pase el tiempo lo lea y lo relea.

Desde Septiembre como seguramente sepa quien esta leyendo esto, estoy estudiando en Madrid y como era inevitable muchas cosas han cambiado en mi vida para bien o para mal. Los días negativos, nostálgicos, tristes me hacen replantearme porque elegí Madrid y no Andalucía, y los días positivos me alegro de estar donde estoy, eso sí me alegro porque todo lo que he vivido desde que estoy en la capital, que no ha sido poco, ha sido positivo.

Lo negativo que tiene estar a 340 kilómetros de mi casa es eso, los 340 kilómetros podría decirse que de la infelicidad que me separan de la gente con la que he compartido 18 años de mi vida y de la que de pronto un día me separé y ahora veo de 20 en 20 días, algo que dentro de lo que cabe no me puedo quejar.

Cuando estas tan lejos de tu casa es cuando le das verdaderamente credibilidad a esas frases tan usuales como "No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes" "La distancia es dolorosa" "Hasta que no pierdes algo no lo valoras" y cuando te das cuenta de su veracidad ya es tarde, solo tienes que ser fuerte y aceptarlas.

Y aunque es verdad que la distancia es dolorosa, también es verdad que la fuerza y la resistencia existen, por lo que la fuerza hace que la distancia de 340 kilómetros sea corta, mínima e inexistente y más aún si existe un sentimiento mas grande que la propia distancia.